Es un pueblo étnico de la amazonia peruana próxima al rio Ucayali al norte del país andino entre las regiones de Huánuco, Madre de Dios, Loreto y Ucayali. Este pueblo vive en pequeñas comunidades y su origen se remonta desde que las etnias Shipibo, Konibo, y Xetebo vivían separadas, estas culturas fueron conectadas por parentescos de familia y también por su lengua común “el Pano”, en la concepción de este lenguaje cada pueblo está relacionado con un animal, los Shipibos lo están con los monos pichico y los Konibos con las anguilas, esto es así ya que el centro de estas culturas están ligada espiritual, física y culturalmente a los elementos naturales de la selva, esta cosmovisión del universo se expresa también en sus manifestaciones artísticas. Hoy la mayoría de esta etnia habla el castellano.
Algunos miembros de esta etnia están urbanizados y viven alrededor de Pucallpa en el Distrito de Yarinacocha, una extensa zona indígena, aunque la mayoría viven en aldeas dispersas en una gran área de bosque selvático que se extiende mayoritariamente en el Perú pero que también abarca zonas que van desde Brasil hasta Ecuador, muchos de estos no tienen servicios básicos como la electricidad. Los Shipibo-Konibo viven de la pesca, la agricultura (donde practican la tala y la quema) y la cría de animales, sus principales herramientas son el machete y la lanza. Su sistema social prohíbe el matrimonio entre parientes hasta la séptima generación ascendente. Su población actualmente no alcanza los 30000 habitantes.
Casa y Cocina del pueblo Shipibo
En la comunidad Shipibo-Konibo existen liderazgos clasificados en las siguientes autoridades:
- El Jefe o Jefa de la comunidad
- El teniente o gobernador que vela por la seguridad y el orden de la comunidad
- El agente municipal que vela por la limpieza de la comunidad.
El arqueólogo norteamericano Donald Lathrap plantea que los Shipibo-Konibo llegaron a la zona del Ucayali procedentes del Norte, entre los años 650 a 810 a.C. cuando un nuevo estilo de cerámica que el llama “Cumancaya” irrumpe la secuencia anterior de los estilos del Ucayali Central. Lathrap asocia este nuevo estilo a los pueblos de lengua de origen Pano, quienes habrían invadido la cuenca y desplazado a los antiguos pobladores de lenguas emparentadas con el antiguo Arawak. "Cumancaya" según las leyendas es considerado el primer pueblo Shipibo, es también un sitio sagrado donde se cree que surgieron los primeros habitantes de esta etnia para repoblar el mundo actual.
Cumancaya, centro del universo y sitio del árbol cósmico
Esta comunidad empezó a tener influencia de los colonizadores a partir de las misiones franciscanas y jesuitas en el siglo XVII. En el siglo XVIII el indígena Juan Santos Atahualpa quiso revindicar los antiguos territorios del imperio Inca al liderar una rebelión contra los descendientes de los conquistadores y sus esclavos negros, Santos Atahualpa logro controlar los territorios de la selva central en beneficio de los antiguos Shipibo-Konibo, los Ashaninka y los Yanesha; luego su proyecto era controlar la sierra y la costa no logrando en la práctica este último objetivo, una vez terminada la rebelión volvió a comenzar el proceso de evangelización después de 1760 en que solo los franciscanos habian tenido un cierto éxito moderado.
Este pueblo aún conserva tradiciones centenarias como los cultos chamánicos ligados al consumo de la planta Ayahuasca que les ayuda a ingresar al mundo de los espíritus junto a canciones rituales. De acuerdo a Michael J. Harner en su ensayo "Temas comunes en las experiencias Yagé sudamericanas", los antropólogos que han estudiado a los indios Shipibo han informado que una función común de los chamanes para beber Ayahuasca es vengarse de su enemigos. Harner señala que los chamanes creen que tomar Ayahuasca permite que el alma del curandero deje su cuerpo en forma de pájaro que puede volar hasta un enemigo distante por la noche, esta ave luego vuelve a la inicial forma humana del chamán para poder destruir al enemigo que esta dormido. Además, Harner informa que a menudo un chamán, tomando la bebida, cree que adquiere serpientes gigantes que serán sus demonios personales para protegerse contra otros chamanes en batallas sobrenaturales.
Para esta cultura sus espíritus siempre han tenido bastante poder, como el de la serpiente anaconda una deidad de la tierra que cantó todas las formas de las existencias de la naturaleza desde el principio de los tiempos. Su habilidad para superar fronteras espirituales y unir opuestos forma un mecanismo de control social dentro de esta etnia. Estas tradiciones chamánicas han inspirado el arte Shipibo-Konibo elaborado en su mayoría por las mujeres de esta etnia, en el diseño de su cerámica que posee coloridos y complejos patrones geométricos como también la vestimenta y las herramientas que los Shipibo-Konibo venden como medio de una economía de subsistencia a los escasos turistas que visitan sus tierras.
Una jarra Shipibo
Actualmente esta etnia al igual que todas las poblaciones indígenas en la cuenca del Amazonas, están amenazados por problemáticas de influencias externas tales como la especulación petrolera, la deforestación, el narcotráfico y la conservación.
Por Daniel Lobos Jeria
Fotografías:
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8934347
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Shipibo_jar_(UBC-2010)a.jpg
Fuentes:
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