Por mucho negro que crucifiquen o cuelguen de un gancho de hierro atravesado en las costillas, son incesantes las fugas desde las cuatrocientas plantaciones de la costa de Surinam. Selva adentro, un león negro flamea en la bandera amarilla de los cimarrones. A falta de balas, las armas disparan piedritas o botones de hueso; pero la espesura impenetrable es la mejor aliada contra los colonos holandeses.
Antes de escapar, las esclavas roban granos de arroz y de maíz, pepitas de trigo, frijoles y semillas de calabazas. Sus enormes cabelleras hacen de graneros. Cuando llegan a los refugios abiertos en la jungla, las mujeres sacuden sus cabezas y fecundan, así, la tierra libre.
palabras del gran Eduardo Galeano
Fuente:
Memoria del Fuego. 2. Las caras y las mascaras. Eduardo Galeano. Siglo Veintiuno Editores, 2011 Fotografía: Mitchell Lisse
“Pantaleón y las visitadoras” es una obra
escrita por el afamado escritor peruano Mario Vargas Llosa en 1973, es una
espléndida sátira moral sobre el concepto del deber militar.
Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura en 2010
La historia transcurre en la selva de Iquitos,
señalada como uno de los puntos más corrompidos del Perú incluso más que Lima
su capital. El lugar se describe con un calor y humedad terrible, lleno de
pirañas, zancudos e izangos (zancudos de tierra), los soldados según el “Tigre”
Collazos sentían la sensación de respirar fuego, la sangre les hervía en medio
de la selva, esto provocaba ciertas “calenturas” que exaltaban la libido sexual
de las tropas, en algún momento también se culpó al exceso de condimentos en
las comidas.
Según los jerarcas del ejercito este ambiente
sofocante despierta las tórridas pasiones de los soldados que han llegado
incluso a violar a las nativas para satisfacer su apetito sexual. La obra
expone que los soldados que llegaban a la selva se volvían un “pinga loca”, se
tiraban a las “cholas” dejando por exceso de violaciones a más de 43 mujeres
embarazadas y por ende más de una veintena de matrimonios forzados, los
tribunales no daban abasto juzgando a tanto soldado.
En la selva de Iquitos las mujeres son
guapísimas mientras que los hombres son feos (ojo que lo dice Vargas Llosa), en
este lugar están las “lavanderas” que ejercen la prostitución de manera
ambulante ofreciendo sus servicios de casa en casa. Hay algunas meretrices que
también tienen puntos de atención fijo como los que se imparten en la “Casa
Chuchupe”, en la obra las trabajadoras ambulantes como las estacionarias serán
contratadas como “visitadoras” reclutadas por el capitán de ejercito y
protagonista de la obra el señor Pantaleón Pantoja para satisfacer la libido de
los soldados apostados en Iquitos.
"Pantaleón y las Visitadoras" fue llevada 2 veces al cine en 1976 y el año 2000.
Afiche de la primera película
Pantaleón Pantoja es todo un personaje, un
soldado correcto, ordenado y obediente. Pantoja esta casado con Francisca o la
“Pochita” que lo seguirá con toda ingenuidad a esta aventura “militar” de la
ciudad a la selva, Pantoja también es muy “mamón” por lo cual su madre Leonor
también es parte esencial de la historia al vivir con Pantaleón y su esposa.
Una de las sátiras de “Pantaleón y las
visitadoras” esta ligada a la profesionalización que el capitán Pantoja hace de
la prostitución, ya la misión tiene un nombre increíble: “Servicio de
Visitadoras para Guarniciones, Puestos de Frontera y Afines” o SVGPFA (como si
se tratase de un comando de combate, con su himno de guerra incluido), en la organización el servicio de “visitadoras” deberá
cubrir un área aproximada de 400.000 kilómetros cuadrados, deberá “cubrir”
cerca de 8 guarniciones, 26 puestos y 45 campamentos, la obra es tan satírica
que Pantoja llega incluso a estimar el tiempo destinado a cada soldado por
“prestación sexual” y las veces que podía tener sexo con cada “visitadora”,
confeccionaba gráficos y tablas de todas estas estadísticas de manera
minuciosa, debe ser el único personaje de la literatura universal que ha
cuantificado el sexo de forma tan competitiva. Pantaleón Pantoja es tan
profesional en su empresa que ha mantenido en secreto la misión incluyendo a su
esposa y madre, pronto esta situación le traerá una serie de problemas.
El capitán Pantoja organizando a la visitadoras, interpretado magistralmente por el actor peruano Salvador del Solar en la película de 2000
Las dificultades sexuales de los soldados ligados
a las carencias de mujeres han ocasionado una variada gama de problemáticas,
donde incluso el coronel López López señalo que se habían dado casos de
“mariconería” y bestialismo, una anécdota interesante esta ligada a un cabo de
Horcones que hacía vida marital con una mona que respondía al apelativo de
“Mamadera de la Cuadra”, la monita fue muerta de un balazo y el cabo tomado
preso. La abstinencia sexual no era medicina para estos calurosos soldados ya
que traía desmoralización, nerviosismo y apatía.
Uno de los personajes pintorescos es el hermano
Francisco un predicador de origen extranjero, fundador de una “nueva religión”
y presunto hacedor de milagros y que recorre a pie y en balsa la Amazonía
brasileña, colombiana, ecuatoriana y peruana, este personaje que tiene tintes
de profeta anda pregonando el Apocalipsis a diestra y siniestra. Este insano
personaje anda construyendo cruces de madera, da sus vaticinios crucificado a
ellas y manda a sus seguidores a crucificar a todo tipo de animales incluyendo
grotescamente monos, aves, lagartos y también personas mientras sus devotos bebían
y se embadurnaban la piel con la sangre de los crucificados.
Otro personaje importante de la obra es Olga
Arellano Rosaura alias “La Brasileña” quien es la visitadora estrella del
pelotón, de “Pantilandia” y que servirá personalmente las pasiones y deseos del capitán Pantoja convirtiéndola en su preferida y su amante. Esta mujer
“loretana” es la más hermosa de las meretrices y también la más “voluptuosa”, a
su corta vida a quebrado los corazones de decenas de hombres, en el SVGPFA solo
los soldados más destacados podían probar sus atributos sin antes celar el
carácter de Pantaleón Pantoja que permitía que por “reglamento” (realizado y
aprobado por el mismo Pantoja) “La Brasileña” solo podía realizar diez
“prestaciones” jajajaja…
En la película "La Brasileña" es "La Colombiana" y fue interpretada por Angie Cepeda
Otros personajes de antología son “La Chuchupe”
(la cabrona de las putas), el “Chupito” y el chino “Wong” (lacayos y amigos de
Pantoja), “La Peludita”, “La Pechuga”, “Maclovía” (“visitadoras” destacadas) y Germán
Láudano Rosales “El Sinchi” (fervoroso locutor de radio).
Vals “La Contamanina” del programa "La Voz del Sinchi" de Radio Amazonas
Una obra que innovó en la prosa para el año en que fue concebida, una historia
llena de situaciones simpáticas e impredecibles, una parrilla de personajes
memorables hacen de la obra de Mario Vargas Llosa una invitación al sarcástico
mundo que mezclo magistralmente la selva, el ejercito y prostitutas, eso es
“Pantaleón y las Visitadoras”.