Ernesto Guevara y el leprosario de San Pablo
Luego de ver “Diarios de Motocicleta” esa hermosa película que se explaya sobre el viaje que hizo Ernesto Guevara en busca de la paz interna y la igualdad social y antes de ser el mítico “Che” en compañía de su amigo Alberto Granado por distintos confines de Sudamérica hay una localidad que nos llama poderosamente la atención: esta entrada va dedicada al leprosario que visito el futuro guerrillero argentino, su nombre “El leprosario de San Pablo”.
Poster de "Diarios de Motocicleta" dirigida por Walter Salles
Ubicado en el pequeño pueblito de San Pablo en Perú cerca de Iquitos en plena selva amazónica, donde la frontera entre el país del Rímac, Brasil y Colombia prácticamente se acercan se encontraba esta aún vigente colonia y también ex hospital para leprosos que fue visitado por los entonces mochileros argentinos.
Un joven Ernesto Guevara en su travesía por Sudamérica antes del mítico guerrillero
Guevara y Granado llegaron a esta localidad en 1952 en el barquito “El Cisne” después de navegar dos días. El futuro “Che” se dedico a desempeñar labores de voluntariado por cerca de tres semanas atendiendo a los enfermos en su calidad de medico egresado con especialidad de “leprología”, la película sitúa en tanto a Alberto Granado en el laboratorio del leprosario en su calidad de bioquímico, ambos convivieron con los enfermos por cerca de un mes.
Guevara y Granado expertos en "leprología" a su paso por Temuco
Ernesto Guevara no solo cuido y atendió a los enfermos, a sus 24 años (edad que le toco festejar justo cuando llevaba a cabo esta experiencia) también fue parte fundamental del apoyo psicológico que requiere un enfermo con este tipo de patología, la personalidad de Guevara queda de manifiesto cuando rehúsa a usar guantes de goma durante su primera visita lazareto eligiendo en su lugar estrecharse las manos desnudas con los asustados leprosos. Ernesto Guevara también asistió y entretuvo a los enfermos con sus historias personales, en “Diarios de Motocicleta” se le puede apreciar como incluso improvisaba partidos de futbol que el gratamente compartía con los leprosos a pesar de ser asmático. Sin duda era un personaje que prefería estar mas tiempo con los pobres pacientes de lepra que con sus colegas médicos o el grupo de religiosos.
Fotograma de "Diarios de Motocicleta", Gael García Bernal interpretó a Guevara
San Pablo fue fundado en 1926 y a él llegaban enfermos con el mal de Hansen o lepra no importando edad, sexo, raza o credo desde diferentes lugares del Perú y provenientes también de otras naciones. Las chozas en las cuales vivían los enfermos eran confeccionadas con cáscaras de palmeras mientras que sus techumbres eran de bálago, una especie de paja que queda de las espigas de cereal. El lugar como albergue de estos enfermos desde su origen fue custodiado por religiosas que llegaron a San Pablo en 1948, aunque la lepra ya fue erradicada, hoy solo sobreviven viejos pacientes que actualmente solo tratan sus secuelas, el lazareto en si fue cerrado hace unos pocos años y a veces sus antiguas dependencias son ocupadas por indigentes.
Lugareños de San Pablo
Vale decir que la película “Diarios de Motocicleta” ha adaptado algunas situaciones vividas por Guevara y Granado, por ejemplo, el cruce a nado del brazo del Amazonas el día de su cumpleaños por parte de Guevara nunca se llevó a cabo, también no hay que tomar los parajes y la fotografía del lazareto de San Pablo como verdaderas ya que las verdaderas escenas se filmaron en Santa María del Ojeal ubicado en el departamento de Loreto también ubicado en el Perú amazónico.
Guevara y Granado continuarían su viaje por Latinoamérica, el próximo destino sería el poblado de Leticia en Colombia siempre siguiendo los caminos serpenteantes de los ríos amazónicos y sobrellevando las múltiples picaduras de mosquitos. Se llevaron un recuerdo material del leprosario, un regalo de los médicos y pacientes, la balsa “Mambo Tango” bautizada en relación a las fiestas donde Guevara bailaba una mezcla de estos géneros musicales que solían alegrar a los pacientes, aunque el gran regalo fue en realidad el cariño, las experiencias y los recuerdos que tanto para los enfermos como para el futuro icono de la revolución quedaron en ese leprosario de San Pablo que también estaba perdido en la selva.
Alberto Granado y Ernesto Guevara en la "Mambo Tango"